La capa superficial de nuestra piel la podemos hidratar directamente con cremas. ¿Y por dentro? Para lucir una piel bonita, además del uso de cosméticos, es imprescindible el consumo de agua. Esto es fundamental para mantener una piel joven y sana.
Sus beneficios son innumerables… aquí os dejamos algunos:
-Mejora la elasticidad, retrasando la aparición de los signos de envejecimiento.
-Elimina las toxinas que producen celulitis, varices y acné.
-Aumenta la oxigenación y mejora la circulación sanguínea de tu cuerpo y por lo tanto de tu piel
-Aporta luminosidad y suavidad.
¡Si combinamos de la aplicación de cremas y la ingesta suficiente de agua, los resultados están garantizados!